¡Te has «quedao» sin abrazo!

María viene a la consulta para que la abrace. Me lo ha dicho mil veces. Sabe lo que quiere y lo pide sin complejos. Pero yo no siempre se lo puedo dar… Pensadlo bien. Pensad lo que implica abrazar a alguien. A mi me abrazaron el viernes y no me sentí cómoda, y desde entonces le doy vueltas al asunto.

Abrazar implica estrechar los cuerpos. Mis brazos se entrelazan con la cintura o el cuello del otro; mis mejillas tocan su mejilla, su hombro. Mi nariz huele su pelo, su carne. Mis ojos se cierran. Mi pecho toca su pecho (o su barriga). Hasta a veces se tocan los sexos… Me quedo expuesta.

Abrazar implica un suspiro, un gemido, una risa, un llanto, palabras susurradas al oído, una mirada intensa al acabar, hasta un beso… Me abandono.

Abrazar implica soltar mariposas, calentar el corazón, destensar los músculos, relajar la mente, olvidar el espacio, prescindir del tiempo… Quererte.

Así, para abrazar tengo que querer abrazar. Y tengo que estar dispuesta a ser abrazada. Me tiene que salir de dentro, me tengo que sentir empujada. Pero sobre todo, tengo que querer que me abrace quien tengo delante, porque quiero tener esa relación con el otro.

A veces no quiero abrazar y no es por quien tengo delante. En realidad es por mi. Porque estoy tan enfadada con el mundo que me castigo. No me lo merezco. Lo he hecho mal… Y entonces viene Pablo, meloso… se pone a mi lado, me mira… me dice: “Mama, te he dicho hoy que te quiero”, y me giro con morritos, y abro los brazos y me dejo estrechar en los suyos. Y lo aprieto bien fuerte, tanto que exprimo el cabreo, lo diluyo, incluso a veces lo expulso con lágrimas, y ahora reímos los dos con el corazón templado.

Cuando no me apetece abrazar a María, me levanto de la silla, me acerco, me dejo seducir por su sonrisa y adelanto el cuerpo, y me dejo achuchar… que yo también me lo merezco. Y cuando no veo claro el tipo de abrazo que me quieren dar lo rehuyo… que hay situaciones que cuestan encarar, incluso con un máster…

PD: Para los que necesitáis «ciencia», os dejo algunos enlaces sobre los beneficios del abrazo.

Effects of Partner Support on Resting Oxytocin, Cortisol, Norepinephrine, and Blood Pressure Before and After Warm Partner Contact”, by Karen M. Grewen, PhD, Susan S. Girdler, PhD, Janet Amico MD and Kathleen C. Light, PhD. Psychosomatic Medicine July 1, 2005 vol. 67 no. 4 531-538 (http://www.psychosomaticmedicine.org/content/67/4/531.abstract)

Terapia que descubre la importancia de un abrazo”, por Laura Martínez Alarcón (septiembre 2010). Consultado el 11 de enero de 2014: http://www.salud180.com/salud-z/terapia-que-descubre-la-importancia-de-un-abrazo . Hace referencia a diversos autores que han abordado los beneficios del abrazo: Lía Barbery, Kathleen Keating, David Spiegel. De hecho, existe la “Abrazoterapia”…

http://consciouslifenews.com/the-rescuing-hug-and-power-of-emotions/#: Gregg Braden habla sobre las emociones y su efecto en la salud, tomando como ejemplo el efecto terapéutico que supuso el abrazo de dos gemelas prematuras en 1995 (http://www.planetdeb.net/spirit/rescue.htm)

  Para los que necesitáis más emoción, os dejo el vídeo que me pasó Jordi esta semana: eres un amor…

Acerca de eBatega

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Máster en Educación Emocional y Bienestar Grupo-Programa Comunicación y Salud semFYC Grupo de Trabajo "Salud Basada en Emociones" semFYC
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2 respuestas a ¡Te has «quedao» sin abrazo!

  1. Lola Vilà dijo:

    Ai!! com m’agrada abraçar i ser abraçada, però és tal com dius tu, has d’estar disposada a voler-ho fer i no sempre surt d’una manera natural.

    • eBatega dijo:

      Bona tarda, Lola 😊 Gràcies pel comentari. Has d’estar en sintonia amb l’altre, és veritat. De tota manera, a vegades hi ha persones que són capaces de reconfortar-te amb una abraçada, i pot ser bo per l’esperit…

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