En perspectiva…

Para mí es un privilegio dar clases a médicos residentes. Por muchas cosas, entre otras por la oportunidad que me da de tomar perspectiva respecto a mi propia evolución como profesional. He aquí algunas reflexiones.

Recuerdo lo que me irritaba que cuando se hablara de temas médicos o alguno de mis familiares tenía un problema de salud, nadie pareciera recordar que yo había invertido seis años de mi vida en estudiar la carrera. Ni qué decir tiene de los años de residencia…

Recuerdo una cena con otros compañeros de profesión en la que me jactaba de no permitirle a ningún paciente que se dirigiera a mí por mi nombre de pila.

Recuerdo cómo me molestaba que alguno de mis compañeros no priorizaran sus estudios sobre otras esferas de la vida.

Recuerdo el miedo que sentía ante las exigencias de algunos pacientes.

Recuerdo lo indignada que me sentía si un paciente me decía qué era lo que YO tenía que hacer.

A día de hoy muchas de estas situaciones han cambiado:

Ahora rehúyo las conversaciones de medicina con amigos y familiares, y si alguno me consulta digo que soy fontanera y echamos unas risas.

Ahora los pacientes se disculpan porque me hablan de tú («Es que podrías ser mi hija»). De hecho, se dirigen a mi como mejor les parece y así está bien también para mí. He entendido que no demuestro mi «autoridad» marcando el terreno con exigencias: la demuestro atendiendo los problemas de las personas respetando su manera de proceder, dando calor humano y aplicando mis conocimientos (a veces limitados).

Ahora tengo clara mi lista de prioridades, que está encabezada por mis hijos. Y aunque para mí el trabajo es «mi amante», voy siendo capaz de ponerlo en su lugar en cada ocasión.

Ahora soy consciente de que cada persona hace lo que puede y de la manera que puede; que igual que me exige a mí, también le exige al técnico que viene a reparar la lavadora, a la dependienta de unos grandes almacenes, a su pareja. Y que yo soy la cara visible de un sistema sanitario que tiene deficiencias y que no lo tiene como centro. Ante un paciente exigente respiro hondo, saco la caja que pone «Paciencia» y recuerdo aquella frase de Eva Peguero: «Diferencia la demanda de la queja».

Ahora les pregunto a los pacientes en qué creen que yo les puedo ayudar. Valoro el valioso y real efecto ¿placebo? de terapias propias de nuestra medicina (las pomadas de antiinflamatorios, los inyectables…) y alienas. Investigo qué les ha ido bien en el pasado, puesto que existe una alta probabilidad de que les vaya bien en el futuro y, si no es así, me queda la puerta abierta para poder proponer mi plan terapéutico, que será recibido con menos reparos.

De todos los cambios de perspectiva que he hecho estos años, creo que el que me ha abierto más puertas ha sido el pensar que estoy al servicio de las personas y que conviene que trabaje de la manera más transparente posible: con sinceridad, con humildad, con mucho respeto y, porqué no, desde el amor. Y cada día debo pelearme conmigo misma porque mi tendencia natural es hacia la soberbia, la comunicación agresiva y el miedo…

PD: Me gustó este post de Álex Rovira, que lanzó a la red Mireia Sans. Espero que os sea de ayuda.

«7 hábitos altamente efectivos», por Álex Rovira (27/11/2013)

http://www.alexrovira.com/soluciones/articulo/7-habitos-altamente-efectivos

Y para los que no tenéis «amante», podéis leer la siguiente reflexión sobre los beneficios de buscarse uno…

«La solución a tu vida es tener un amante», por Alejandra Arancibia (04/07/2013)

http://www.reeditor.com/columna/10078/24/psicologia/a/solucion/tu/vida/es/tener/amante

 

 

Acerca de eBatega

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Máster en Educación Emocional y Bienestar Grupo-Programa Comunicación y Salud semFYC Grupo de Trabajo "Salud Basada en Emociones" semFYC
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6 respuestas a En perspectiva…

  1. Novament genial, Isabel!! Recordo la ràbia que em feia que em cridessin «nena» mentre corria pels passadissos d’urgències a les guàrdies de la residència. Ara, quan algun pacient m’ho diu, amb molt de respecte al to, i simplement perquè em veuen més joves que ells, em fa somriure i penso en que em dec de conservar bé quan encara m’ho diuen!! jejeej.
    L’apropament igualitari a les persones des del respecte, ens aporta moltes més satisfaccions que fer-ho des d’una posició de superioritat. Evidentment tenim uns coneixements, i els hem de fer valdre, que «lo nuestro nos han costao», però la soberbia no ens aporta benestar emocional, que al final és el que conta!!

    • eBatega dijo:

      Molt bona nit, Lourdes! M’alegra que t’agradi l’escrit. A la vida i a la professió, l’experiència és un grau, i cada vegada sóc més conscient. Ho dic moltes vegades: fa temps que vaig decidir «gastar l’adrenalina justa», i hi ha situacions en que no val la pena. Les persones són com són, i la tasca de regulació és meva… Una abraçada! 😊

  2. Núria Vall-Llosera Colomeda dijo:

    FELICITATS ISABEL!!! m’emociona llegir les teves ratlles…tu saps prou be per que! …i es que «el endiosamiento médico» es un tema que m’ha portat a molta reflexió professional i com no personal. Cel.lebro la teva tasca, la teva empenta, el teu saber SER i FER!!! Petonas!!!

    • eBatega dijo:

      Moltes gràcies, Núria! 😊 La feina que vam començar plegades amb el treball de postgrau va donant fruits i algun dia el dibuix d’en Quino serà història… M’alegra que estiguis al meu costat. Una abraçada ben forta.

  3. Lola Vilà dijo:

    Enhorabona Isabel!!
    M’encanta la manera que tens de despullar-te i deixar-te veure. Saber mostrar-te així és un regal!! Gràcies per compartir-lo.

    Una abraçada!!

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